Fernando De la Mancha,
tu lenguaje popular parece haber cedido
ante el despertar del alba
y ya no sé si eso era una virtud
o un maldita forma de vivir
y de parir barquitos de papel
o lanzar tus cometas al viento
Y eso hace que me sienta herida
por el filo de la noche,
por no haber tenido la capacidad de comprender
que era uno más de los juegos del niño
que habita en tus pupilas
y no sé cómo redimirme y esa es otra forma
de morir sin haber muerto
Sabes esa es una de las razones
por qué ya no sale mi palabra,
he detenido mi poesía
para que nadie se atreva
a transitar por mi calzada
para que nadie más crea
que fueron suyas las estrellas
ni la luz lastimera del alba,
ni el unicornio de las lunas que yo pescaba
y dejaba tatuada en mis letras
No seré yo el ruido del trueno
que silencie tu lenguaje popular abierto y sincero
que habita en ese tu mundo de libertad,
de sueños y de ternura infinita
que vuela por un mar en calma.
no seré yo quien cuestione tu lenguaje popular,
y tu sexo ciego por mi piel,
pues no hay nada más hermoso
que ver a un hombre niño,
pelearse con los molinos de viento.
Asoreth
tu lenguaje popular parece haber cedido
ante el despertar del alba
y ya no sé si eso era una virtud
o un maldita forma de vivir
y de parir barquitos de papel
o lanzar tus cometas al viento
Y eso hace que me sienta herida
por el filo de la noche,
por no haber tenido la capacidad de comprender
que era uno más de los juegos del niño
que habita en tus pupilas
y no sé cómo redimirme y esa es otra forma
de morir sin haber muerto
Sabes esa es una de las razones
por qué ya no sale mi palabra,
he detenido mi poesía
para que nadie se atreva
a transitar por mi calzada
para que nadie más crea
que fueron suyas las estrellas
ni la luz lastimera del alba,
ni el unicornio de las lunas que yo pescaba
y dejaba tatuada en mis letras
No seré yo el ruido del trueno
que silencie tu lenguaje popular abierto y sincero
que habita en ese tu mundo de libertad,
de sueños y de ternura infinita
que vuela por un mar en calma.
no seré yo quien cuestione tu lenguaje popular,
y tu sexo ciego por mi piel,
pues no hay nada más hermoso
que ver a un hombre niño,
pelearse con los molinos de viento.
Asoreth
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