Amor sé
que en nuestra vida hay un vendaval de torbellinos mansos,
es como
si una orquesta de tus duendes y nomos
entonaran
violines y notas de guitarras fantasmas en lejanía
Y como el
último intento de pelearle a la vida,
salgo a
buscar lo que sé que no puedo encontrar, sino en mis adentros,
en el
andén en donde parten los sueños y deambulan las ansias
Y allí, donde
vive aferrada mi esperanza,
me
tropiezo con el siempre temido silencio de gritar tú nombre sin palabras,
amor,
quiero saber qué es lo que ocurre en
ese lugar,
que es en
donde germinan mis alas
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