Y no
estás aquí conmigo a la hora precisa
cuando el
caos asciende por mi angustia,
y me
siento ausente, lejana, distante
de mi
antigua galera de sueños y quimeras,
entre
cuatro paredes en las que cada movimiento
es
semejante al silencio que co-existe en cada partícula de mi alma,
siento
que mis dudas se esconden y se ríen de mí,
y como
siempre o como nunca,
nadie
entiende de estas versatilidades que
navegan en mis adentros,
y miro
como la calle ingresa por mi ventana,
la
que ignora la nostalgia que me doblega y
hace que me abandonen las palabras
amor, sé que volveré al tiempo tatuado en la
ceniza,
como una
gota de rocío asida al vértigo de mis letras,
aunque
sienta que el sol del arte va muriendo en mí.
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