Hoy que he leído sobre
mariposas que soy “la soberana de tu instinto,
de la neurona que apunta hacia
mi domino,
y que puedo ser y hacer lo que
yo quiera con el otoño alegre de tu cuerpo,
con la sonrisa invernal de tu
aguacero, con el medio candil de tu ilusión”
Tengo la certeza de que partiré
en paz hacia el lugar sin nombre,
donde vagan las sombras; y
será una tarde de verano
o quizá en un leve brote de invierno,
y no será mi palabra la que me
salve,
la que dejaba mi sentir tatuado
con sangre en el libro de mis sueños rotos,
la que buscaba con ansias, la
infancia de éste mundo en cautiverio,
la que tan solo fue un pequeño
impulso de un discreto sentir de nostalgia.
Prometo hacer lo que tú me
pides, apresuraré tu afán de libertad,
pues sé que te vas y sé que a la par siempre yo también me estoy
yendo.
Y no dudes no habrá otra
huella que quiera apoderarse de mi ser
a no ser de que sea la parca.
¡Amor! Siempre creí y ahora me
reafirmo,
cuánto vale los detalles más
pequeños y el esplendor de la vida.
Asoreth
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